La fuerza de los pequeños cambios

Buenos días! Espero que hayas disfrutado del día de Reyes y si además te han traído regalos útiles y que te ayuden a ser más feliz pues mucho mejor. Hoy rescato una reflexión que tenía guardada y hasta hoy no me había atrevido a convertirla en post. En su día reflexioné sobre la fuerza de los pequeños cambios, y más concretamente sobre esos pequeños pasos que no damos y esas simples decisiones que no tomamos por creer que no van a ninguna parte.

Esta época es época de cambios y de nuevos propósitos, pero para la mayoría de las personas (espero que no sea tu caso) durará poco, volverán a la misma situación y seguirán con sus vidas en piloto automático. Es en ese preciso momento cuando cobran fuerza los pequeños cambios, cuando parece que nada de lo que hagas te devolverá un mejor resultado. Y es que en mi opinión nunca deberíamos dejar de tomar acción en nuestras vidas, aunque sean acciones simples.

44

Todos hemos oído demasiadas veces tópicos como «no voy a hacerlo, total para lo que va a servir», o «si lo hago no va a cambiar nada». Demasiadas personas no dan ese primer paso por la creencia de que no va a cambiar nada. Lo vemos en nuestro día a día constantemente. Personas que no reciclan porque creen que no va a ninguna parte, no dan su opinión porque no creen que pueda aportar algo, no se unen a un movimiento social porque sienten que es perder el tiempo, no van a votar porque creen que todos los políticos son iguales, no empiezan esa dieta porque ahora viene la navidad y total «para lo que va a servir», etcétera, etcétera, etcétera. Considero que una gran parte de no tomar acción en estos ejemplos y en otros muchos es la creencia de que una persona sola no va a cambiar las cosas, de que con su aportación única no vale. Y en el fondo, a las personas que tienen esta creencia no les falta razón porque con un pequeño paso no se produce el gran cambio. Pero creer tener razón en muchas veces te aleja de la felicidad y del bienestar, porque te quedas con lo establecido y lo convencional, y el cambio está justo detrás de eso.

Puedes elegir tener razón o ser feliz. Mucha gente elige tener razón y siguen con los mismos resultados. Otros eligen ser felices y empiezan a ver cambios

Habría que preguntar a esas personas que les hace pensar que su acción no va a suponer cambio alguno. Porque se les puede dar una gran lista de ejemplos de personas que desde la pequeñez de sus vidas, han creado cambios sociales, económicos y empresariales brutales. Todo empezó en una acción concreta enfocada a un deseo ardiente de cambio, y muchas otras personas se acabaron contagiando creando ese gran cambio. Me viene a la cabeza el 15M, la revolución de Gandhi o Nelson Mandela, o acciones de Greenpeace contra la caza furtiva. Todas estas acciones empezaron desde lo más pequeño e insignificante, y lograron sentar un cambio enorme que ha tenido consecuencias muy positivas.

Y es que el mundo cambia constantemente. A cada segundo se producen cambios. Tú no eres la misma persona hoy que ayer. En tu cabeza no existe la misma información, ya que han entrado impactos nuevos que han generado  nuevos pensamientos e ideas, y cualquiera de estas ideas puede convertirse en un cambio a corto o largo plazo. Tú no sabes lo mismo hoy que ayer, aunque aparentemente crees que sí. Seguro que puedes recordar algo del día de ayer que te haya podido aportar un pequeño aprendizaje, lo que sea. Desde una conversación, hasta una lectura pasando por alguna sensación o emoción. Cada día podemos aprender e incorporar algo a nuestra vida, a nuestra personalidad, a nuestro carácter. Si crees que esto que te estoy contando es cierto, entonces estarás de acuerdo conmigo que los pequeños actos se producen a diario y que todos provocan algún cambio. Por lo tanto, ¿por qué nos empeñamos en subestimar algunas pequeñas acciones porque creemos que no van a ninguna parte?

44-1

Lo cierto es que muchas veces no se producen cambios a nivel superficial. Hago algo y el resultado es el mismo. Sí eso es cierto, pero te planteo las siguientes preguntas. ¿Qué te hace sentir mejor, haberlo hecho a pesar de que aparentemente no ha servido, o no haberlo hecho y haber ignorado ese deseo?, ¿Cómo te sientes después de hacer algo que tu cuerpo y tu cabeza te estaban pidiendo que hicieras?, ¿Quién eres cuando te sientes auténtico, cuando sabes que eres dueño de tus decisiones?. Considero que por encima de los resultados, está nuestra capacidad de actuar cuando así lo consideramos. Es mucho más gratificante hacer algo porque en el fondo deseamos hacerlo y queremos que algo cambie, que no hacerlo e ignorar nuestro deseo por anticiparse al futuro. El futuro es algo que creamos entre todos con nuestras acciones diarias. No olvides que cuando decides llevar a cabo esa pequeña acción se libera algo en ti, se produce una sensación de gratificación y bienestar y eso ya es más valioso que el resultado que puedas obtener.

Es mucho más gratificante hacer algo porque en el fondo deseamos hacerlo, que no hacerlo e ignorar nuestro deseo por anticiparse a un futuro que aún no existe y del que somos responsables

Así que si no lo haces por el resultado, entonces hazlo por ti mismo/a, por tu bienestar, o por alguno de los siguientes motivos que se me ocurren:

  • Para que nunca te quede el resquemor de sentir que podías haber contribuido y no lo hiciste
  • Para que nunca sientas que te has beneficiado de lo que otros han hecho
  • Porque negarte un profundo deseo de cambio es frenar tu capacidad de crecimiento
  • Para que algún día puedas contarle a tus hijos o nietos que tú fuiste parte activa de un cambio importante
  • Para que sientas que aunque no cambie algo hay fuera, algo ha cambiado en ti.
  • Porque todos deberíamos sentir muy a menudo más liberación y menos cargo de conciencia.

Cualquier pequeña acción produce cambio, y la suma de muchas pequeñas acciones produce grandes cambios. Fíjate en aquellos que sí están haciendo cosas para traer otro resultado, y únete a ellos. La unión hace la fuerza, y la unión no es más que la suma de muchas acciones enfocadas a un mismo objetivo. Tú solo lograrás muy poco, pero tú y unos cuantos como tú podéis traer al mundo cosas increíbles. No busques excusas y ejerce tu derecho al cambio, porque todos tenemos derecho a que nuestras inquietudes y nuestros deseos se materialicen de una u otra forma.

Una gota en un océano es insignificante, pero sin esa gota el océano no sería el mismo – Madre Teresa de Calcuta

Seamos nosotros el cambio que queremos ver en el mundo, y actuemos. Hasta la próxima semana!

 

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: