Conciencia corporal. Nuestro cuerpo nos habla, ¿lo escuchas?

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Hola, ¿Qué tal vas?. Hoy es Sábado por la mañana, y como cada Sábado me siento frente a mi ordenador después de hacer algo de ejercicio, desayunar y tomar un café leyendo algo inspirador. He tomado este hábito desde hace ya bastante tiempo y la verdad es que quiero que se quede conmigo para siempre. Me levanto temprano, salgo a correr, desayuno y escribo algo. Lo que suelo escribir tiene que ver con cosas de las que he tomado conciencia a lo largo de la semana, o con temas que llegan a mi mente de fuentes externas como la radio o internet. Y el tema de hoy hace tiempo que me ronda por la cabeza, y que esta semana lo he podido poner en practica. Se trata de la conciencia corporal. Vamos a ello.

La conciencia corporal la defino como la habilidad para darse cuenta de lo que está manifestando nuestro cuerpo en el momento presente. Nuestro cuerpo constantemente nos está mandando señales físicas, de las cuales la mayoría de los mortales no hacemos caso por el hecho de tener nuestra atención siempre puesta en lo que pasa en nuestra cabeza. Toda nuestra conciencia o nuestro foco está puesto a nivel mental la mayor parte del tiempo. Y es que la mayoría de las personas no prestamos atención a esto, somos víctimas del torbellino de pensamientos que tenemos en nuestra cabeza.

Muchas personas vivimos con tanta inercia que rara vez se paran a observar que pasa por sus cabezas. Permitimos que entre cualquier cosa del exterior en nuestra mente y que se quede ahí hasta que llegue otra cosa más potente que la saque, y así una y otra vez, pensamiento tras pensamiento, retroalimentando el bucle. Son personas que no se adueñan de su mente, y en consecuencia su mente se adueña de ellas. Podemos verlas por la calle mirando a un punto fijo con la mirada perdida, puedes darte cuenta cuando hablas con ellas y sus conversaciones son dispersas y aceleradas. Seguro que conoces a muchas de estas personas. Yo hace tiempo pertenecía a ese grupo.

Existe una minoría de personas que en mi opinión han evolucionado. Son aquellas que han aprendido a tomar conciencia de sus pensamientos, y son éstas personas las que dominan la habilidad de la conciencia corporal. Observan su mente y la controlan, y en consecuencia observan su cuerpo. Considero que para tomar conciencia de tus sensaciones corporales, primero tienes que aprender a tomar conciencia de tus pensamientos, porque tu cerebro controla todo tu cuerpo.

No soy un experto en percibir las sensaciones que me manda mi cuerpo, de hecho me considero un «alumno en prácticas». Hace tiempo que estoy dominando gran parte de mi actividad mental, lo que me permite seleccionar mis pensamientos y enfocarme hacia aquellos que me aportan lo bueno que necesito en cada momento. Aún me queda mucho que aprender, pero como he mencionado antes, cuando coges destreza en tomar conciencia de tus pensamientos puedes pasar al siguiente nivel de tomar conciencia de tu cuerpo. Cuando te paras a observar tu cuerpo, puedes descubrir cantidad de mensajes y señales que éste nos manda constantemente y que si les prestas atención, acabas sintiéndote mejor a nivel físico. Y esto se traduce en que te sientes más ligero, más vivo, más despierto, más activo, más sano, con menos dolores y molestias, y con muchos otros beneficios.

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Tomar conciencia de tu cuerpo te permite darte cuenta de molestias físicas que antes no sabías que tenías, porque tu atención estaba en otras cosas. Te permite observar si realmente tienes hambre o sed, si realmente tienes frío o calor, si realmente tienes sueño. Pongo énfasis en la palabra «realmente» porque las personas sin conciencia corporal suelen comer sin hambre, beber sin sed, irse a dormir sin sueño o no dormir cuando el cuerpo se lo está pidiendo. Conozco a muchas personas que llevan a cabo actividades en sus vidas por pura rutina e inercia, sin pararse a tomar conciencia si realmente su cuerpo les está pidiendo que hagan una cosa u otra. Está claro que cuando tienes hambre o sed se nota, igual que cuando tienes sueño. Pero pregúntate algo, ¿cuántas veces has comido sin tener hambre, solamente porque era la hora de comer?. En esto consiste la conciencia corporal, en hacerle caso a nuestro cuerpo, no a nuestra mente que nos dice que como es la hora habitual de hacer algo, tienes que hacerlo.

Pero la conciencia corporal va mucho más allá. Yo he calmado algunas molestias de mi cuerpo simplemente dándome cuenta que estaban alli, llevando mi atención a la zona en cuestión y respirando con tranquilidad sin desviar el foco del momento presente, sin pensar en nada. Me he dado cuenta de que muchas veces tenemos en tensión algunas partes de nuestro cuerpo y cuando nos damos cuenta, se relajan. Para esto, son muy útiles técnicas de relajación como la meditación, el yoga y muchas otras. Yo practico meditación a diario y es algo que quiero hacer el resto de mi vida, pero no necesitas volverte un monje budista para tomar conciencia de tu cuerpo. Simplemente párate unos minutos, sin interrupciones, y fíjate bien en tus sensaciones corporales. Aparecerán hormigueos en distintas partes de tu cuerpo, notarás tu estómago y tu pecho moviéndose por la respiración, seguramente quieras cambiar de postura a otra más cómoda. Incluso lo puedes hacer en movimiento, mientras andas por la calle o incluso haciendo deporte.

Cuando hago estiramientos antes y después de hacer ejercicio, noto mucha diferencia en el estiramiento cuando soy consciente del músculo que estoy estirando a cuando no lo soy porque estoy pensando en otras cosas. Cuando estoy centrado en el estiramiento y en el músculo en cuestión, éste se relaja más y se estira más y en consecuencia los beneficios del estiramiento aumentan. Esto me lleva a hacerme la siguiente pregunta, ¿cuántos beneficios a nivel de salud física estamos dejando de obtener por no estar centrados en nuestro cuerpo?. Me viene a la mente que alguien podría hablar de forma más clara y fluida simplemente tomando conciencia de las sensaciones de su cara cuando habla, o que alguien podría hacer un mejor un ejercicio físico si durante el mismo se centrara su atención en las partes de su cuerpo que están trabajando.

Independientemente del nivel de conciencia en el que te encuentres en estos momentos, es de vital importancia creerse que cuanto más conscientes somos de lo que sucede en nuestra cabeza y en nuestro cuerpo mejores resultados tendremos en nuestras vidas. Creo que la vida pasa muy rápido, y que cuanto más intensamente la vivamos mejores recuerdos, vivencias y experiencias podremos contarles a nuestros hijos el dia de mañana. Ganaremos en salud física y mental, mejorarán nuestras relaciones y seremos más felices.

Que tengas un buen día, y con conciencia.

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