Motivos por los que debería conocer mis verdaderos Valores

Creo que cada persona es responsable de conocerse a sí misma lo suficiente como para que cuando se enfrente a las pruebas de la vida, al menos pueda entender las causas para cambiar el resultado. El trabajo del autoconocimiento es se tiene que elegir de forma responsable y no siempre es agradable, pero en mi opinión es imprescindible si se quiere encontrar un estado de felicidad permanente. No todas las personas están pendientes de su autoconocimiento, de ahí la diferencia tan abultada de resultados ante las mismas causas. Y en el autoconocimiento los Valores juegan un papel determinante porque están directamente relacionados con el ser de cada persona.

Esto lo explica muy bien Stephen Covey, en su libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” donde hacía una descripción de los valores muy clarificadora:

“Los principios (Valores) no reaccionan ante nada. No enloquecen ni empiezan a tratarnos de otro modo. No se divorcian de nosotros ni se van con nuestros mejores amigos. No están ansiosos por conquistarnos. No pueden pavimentar nuestro camino con parches y remiendos rápidos. Su validez no depende de la conducta de otros, ni del ambiente ni de la moda del día. Los principios no mueren. No están un día aquí para irse al día siguiente. Están a salvo de incendios, terremotos o robos”

Todos nacemos y crecemos con unos valores propios y genuinos que siempre formarán parte de nuestro ADN personal. Y te aseguro que muchos de los “sinsentidos” por los que pasamos en nuestra vida se deben a una falta de coherencia con nuestros valores. Es tan poderosa su fuerza que si lo que haces la mayor parte del tiempo en tu vida no está soportado por tus principales valores te vas a sentir confundido/a, sin rumbo.

El siguiente ejemplo puede que te ayude a entender el conflicto de no vivir alineado con tus Valores:

Marta tiene una vida aparentemente normal, con un trabajo estable, una familia normal ni muy unida ni desestructurada, una vida social entretenida y una pareja e hijos que le quieren. A Marta le apasiona el concepto de ser feliz en cualquier circunstancia porque a pesar de todo, ella no es feliz. Aún se levanta cada mañana con demasiado esfuerzo y pasa mucho tiempo triste y cabizbaja. Le llega por casualidad o causalidad un ejercicio para identificar sus Valores y decide realizarlo. Descubre que sus valores fundamentales son: Honestidad, Libertad, Familia, Crecimiento Personal y Salud. Acaba de descubrir que no vive en coherencia, porque la mayor parte de su tiempo lo emplea en los demás y no en ella misma (Libertad y Salud), porque trabaja en una empresa que no trata bien a sus clientes ni empleados (Honestidad), y porque siente que quiere algo más en su vida (Crecimiento Personal) y está estancada.

La moraleja de esta historia puede ser que tú no eres tu profesión, ni tu estado civil, ni tu rol en la familia. Tú eres algo mucho más profundo, y en esa dimensión se encuentra el verdadero estado de felicidad y realización.

Con esto no quiero decir que descubras tus Valores y de repente cambies todo para vivir en coherencia 100 % con ellos, llegando a tomar decisiones demasiado drásticas y arriesgadas. Lo que te propongo es simplemente lo siguiente:

1. Descubre cuáles son tus verdaderos Valores. Así te conocerás un poco mejor para entender con más claridad tu vida.
2. Empieza a tomar pequeñas decisiones que te acerquen a la coherencia con tus Valores verdaderos. Así empezarás a sentirte un poco mejor ya que estarás siendo tú mismo/a.
3. Acepta que muy pocas personas llegan a vivir en plena coherencia con sus Valores, porque significaría cambiar radicalmente tu vida. Pero siempre será mucho mejor que te acerques a tu mejor versión que te quedes en la mediocridad permanente.

La explicación más clara y concisa que te puedo dar sobre el significado de los Valores es que simbolizan tus principios, los pilares que sostienen tu vida. Cuando esos pilares se fracturan tu vida se desmorona, y al contrario, cuando no hay nada que les debilite te mantienen firme y con confianza en el destino.

Yo veo los Valores como algo con lo que conectar a menudo a través de los objetivos que te has planteado en tu vida. Si no eres una persona de conseguir nuevas metas difícilmente te sentirás atraído por conocer tus valores. Esto se debe a que si no tienes metas en la vida, no te preocupa tu propio crecimiento ni tu autoconocimiento, por lo tanto de los valores ni hablamos. Pero a mí me funciona muchísimo contrastar que lo que quiero conseguir en mi vida está directamente relacionado con mis valores, con mi identidad. Y también que si tengo algún conflicto conmigo mismo o con el mundo, darme cuenta que uno de los motivos es que las circunstancias van en contra de mis valores, y alguno de éstos está siendo transgredido.

Así que si no has identificado todavía tus valores te sugiero que lo hagas pronto, por los siguientes motivos:

• Cuando conoces tus valores tienes más claridad ante los problemas y bendiciones de la vida. Empiezas a darte cuenta del porqué de muchas cosas que te suceden, y todo empieza a tener más sentido.
• Saber cuáles son tus valores te ayuda a tomar mejores decisiones. De hecho, me atrevo a decir que aquellas decisiones que tomas sabiendo que están alineadas con tus principales valores nunca serán decisiones erróneas, porque en el fondo te harán sentir en paz.
• Cuando tienes identificados tus valores te vuelves más curioso hacia los valores de otras personas, y puedes mantener mejores relaciones.

Estoy preparando un recurso gratuito que subiré al blog y que tiene que ver con descubrir tus valores. Me gustaría que fuera algo dinámico, ya que yo mismo he realizado muchos ejercicios de valores que no me han resultado interesantes. Por eso le dedicaré el tiempo suficiente para que sea lo más útil para ti y para otras personas.

Gracias una semana más por estar ahí. Un fuerte abrazo.