Querido lector, ¿cómo te sientes hoy?. Espero que te sientas animado y con ganas de disfrutar de estos días de Navidad. Te confieso que no soy un fiel seguidor de la Navidad, pero he de reconocer que es una época en la que al menos las personas viven con emociones más positivas y se fortalecen lazos de unión entre familias y amistades, y solamente por esto merece vivirla con alegría.
En este año que está acabando he tomado conciencia de algo importante. A veces se cruzan en nuestra vida personas que cambian algo en nosotros, y depende de lo receptivos que nos encontremos en ese momento preciso, recibiremos a esa persona y abrazaremos el cambio que nos ha inspirado. Este es el caso de un profesor de inglés que en el último año he tenido el placer de conocer y de trabajar con él. No es un profesor, es un inspirador, un coach que no solo te da conocimiento sobre el idioma, sino que te transmite la idea de que aprender inglés puede ser fácil, divertido y motivador si te lo propones.
Bien pues esta persona me ha ofrecido una lección que quiero compartir contigo. Vivimos con una triple personalidad, actuamos desde 3 papeles distintos y por desgracia para nosotros, el papel protagonista no es el que mejor actúa, no es el más talentoso ni el que más ganas le pone. Te lo cuento a continuación.
Todos vivimos desde 3 versiones de nosotros mismos, desde 3 tipos de YO’s. El YO verdadero, el YO deseado, y el YO que tu entorno quiere que seas.
EL YO VERDADERO
Ese YO que apenas conoces. Esa persona que si pudieras tomarte un café y mantener una larga conversación con ella, las horas pasarían como minutos, y te quedarías emocionado de escucharle porque todo lo que dice es lo que tú querrías decir y no dices. Ese YO que piensa de forma genuina y no se deja llevar por la corriente de la sociedad ni las creencias de su entorno. Ese YO que no se censura y que fluye con la vida, que baila cuando le apetece, que ríe porque sí, sin más, que no tiene apegos ni ansiedad por nada. Es esa persona que llora, sea hombre o mujer, y cuando termina de llorar se siente tan bien que no le importaría llorar cada día de su vida. Ese YO que tiene un proyecto de vida propio diseñado por él mismo/a, y que ha hecho caso omiso a los que le decían que no podría, que no era capaz. ¿Lo conoces? Probablemente no, pero seguro que sabes que existe. Es como los milagros, nadie cree en ellos pero a veces suceden y no sabes explicar porqué, pero están ahí, en tu vida y en la mía.
EL YO DESEADO
Puede confundirse con el yo anterior, de hecho son parecidos. La gran diferencia radica en los que viven en este YO y renuncian al YO verdadero. Este YO, el deseado, con el tiempo llega a estar muy satisfecho con sus logros, pero al final del camino se siente sólo y vacío. Ha conseguido la felicidad dejando a un lado sus a principios y a su esencia. En muchas ocasiones se ha identificado como una persona con máscara, que actuaba para agradar al público. Y en este público se encontraba su ego aplaudiéndole porque había hecho una actuación estelar. Pero no había merecido la pena, porque el esfuerzo y el precio que había tenido que pagar lo han dejado agotado y desorientado. El YO deseado tiene objetivos ambiciosos, pero detrás de estos objetivos hay unos valores y una esencia innegociables, guiados por el YO verdadero. Vivir desde el YO deseado es una gran decisión. El error llega cuando separas a este YO del YO verdadero.
EL YO QUE TU ENTORNO QUIERE QUE SEAS
Si te has identificado con el YO deseado, reconocerás a este otro tipo de YO. Lo puedes ver en otras personas. Estas personas que la mayor parte del tiempo están aburridas y viven una vida desde la monotonía y la simplicidad. Algunas aparentan tristeza. Es el resultado de que su vida sea consecuencia de lo que otros les han dicho que vivan. Estas personas tienen mucho, mucho miedo. No se atreven a cambiar por miedo a no saber gestionar las consecuencias de su cambio, aunque en realidad es miedo a lo que les dirá su entorno, a la crítica. Se justifican diciendo frases como “es lo que hay”, “que le vamos a hacer”, y otros tópicos. Viven instalados en la queja y el victimismo. Pasan mucho tiempo enfadados y tensos. ¿Los reconoces?
Es un gran aprendizaje darte cuenta desde que tipo de YO estás viviendo. Si estamos de acuerdo que cada persona es única e irrepetible, entenderemos que hay tantos YO’s verdaderos como personas hay en el mundo. Por lo tanto el YO verdadero existe, es una realidad. Y no es místico ni espiritual, es nuestra propia identidad, nuestra auténtica personalidad y nuestros valores únicos.
Es una gran liberación darte cuenta de que muchas decisiones que has tomado en tu vida las has tomado en base a lo que tu entorno te ha hecho creer. No es un castigo darte cuenta de esto, no debes sentirte mal, porque todos los cambios en positivo comienzan con una toma de conciencia acerca de lo que no ha funcionado en el pasado. Darte cuenta de que has dependido en exceso de tu entorno es el primer paso para empezar a acercarte al YO deseado, acompañado siempre de tu YO verdadero.
Te propongo un ejercicio de reflexión para estos días que quedan del año. Escribe en un papel 3 columnas, una para cada tipo de YO, y recuerda qué resultados has tenido en tu vida en cualquier área. En base a esto, haz una descripción de cada tipo de YO. Describe sus gustos, sus emociones, sus aficiones, sus sufrimientos, sus sueños, sus limitaciones, incluso puedes describir su aspecto físico. Cuando termines seguro que te habrás dado cuenta de algo importante. Haz la prueba, y si quieres me lo cuentas, me escribes un mail a hola@motivosyactidud.com y prometo responderte con algún consejo basado en mi experiencia y alguna recomendación.
Que tengas un feliz fin de semana, y que intentes vivir al menos un instante en estas fiestas desde la versión más cercana a tu YO verdadero.
Gracias por estar ahí.