Generalizar como forma de limitar tu crecimiento

Demasiada gente generalizando, haciendo un todo de algo que es una pequeña parte. Demasiadas personas se aferran a sus propios dogmas, para afirmar que algo es tan sumamente cierto solo por el hecho de que ellos lo han conocido. Demasiadas puertas cerradas por creer que detrás de esa puerta solo hay una opción en lugar de infinitas opciones. Demasiados prejuicios que impiden ver más allá de lo conocido. Este es el tema de hoy, generalizar como un modo de errar en la vida.

Hoy en día cada vez es más frecuente encontrarse con este tipo de personas que se cierran a opciones diferentes a las que están acostumbradas a manejar. Paradójicamente en la era más cambiante de la historia, en la época en la que la novedad dura lo que dura el tiempo en que otra novedad se cruza en el camino, nos encontramos aún con personas rígidas e inflexibles en sus creencias. En una época en la que cambiar rápido es sinónimo de adaptabilidad y supervivencia, todavía hay demasiada gente empeñada en no cambiar ninguno de sus planteamientos.

Ese tipo de personas utilizan expresiones como:

  • Siempre ha sido así y siempre lo será…..
  • Eso nunca tendrá sentido, nunca….
  • Lo sé porque lo he vivido, y por eso te aseguro que……
  • A nadie le puede interesar eso……
  • Todo el mundo cree que eso no funcionará…

Ante estas expresiones, te sugiero que tengas en respondas estas otras para que no te convenzan:

  • ¿Seguro que siempre ha sido así?, ¿no existe una excepción por pequeña que sea?
  • ¿Para quién no tendrá sentido nunca?, ¿Para cualquier persona de la tierra?
  • ¿Qué te hace pensar que lo hayas vivido tú haya que tomarlo como norma?, ¿qué hay de lo que han vivido otras personas y puede ser diferente a lo tuyo?
  • ¿De verdad crees que no hay nadie en el mundo que pueda interesarle lo mismo que a mí?, ¿Nadie?
  • ¿Qué quieres decir con todo el mundo?, ¿Cómo sabes que no funcionará?

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El gran lastre que tienen los generalistas a sus espaldas es que pierden muchísimas oportunidades para enriquecer sus vidas. El alimento del crecimiento personal son los retos, y siempre que hay un reto ilusionante por delante el ser humano se activa en todas sus dimensiones para conseguirlo. Cuando tus creencias son fijas y tus planteamientos rígidos es difícil asumir retos porque el único reto que despertaría en ti las ganas de tomarlo sería aquel que encajara perfectamente en tu visión encorsetada. En consecuencia, tus oportunidades de crecimiento se reducen a la mínima expresión porque tu capacidad de abrirte a nuevas ideas está anulada. No permitas que este lastre te acompañe y permítete cuestionarte cada día tus ideas, esto no es malo, únicamente te expone a la duda y al error pero lo contrario te mantiene permanentemente en la ignorancia.

Por otra parte, los generalistas tienen una gran ventaja, se sienten siempre protegidos. Cuando te aferras a algo de forma totalitaria tienes la seguridad de que al menos te queda eso. Mientras que cuando vas pivotando de un lado a otro la sensación de inseguridad es mucho mayor. Los generalistas creen saber muy bien quien son y que piensan, principalmente porque no se han abierto a creer otras cosas. Esto les mantiene seguros en su zona de confort y les auto motiva al estar permanentemente reafirmando sus creencias, con ellos mismos o con otros generalistas.

En el fondo, creo que un generalista es una persona con déficit de humildad. No digo que sean lo contrario a humildes, que podría ser soberbios o egocéntricos. Pero se acercan más a un término medio que queda lejos de la verdadera humildad, aquella que nos permite vernos como seres imperfectos y nos prepara para el aprendizaje continuo fruto de las experiencias que la vida nos brinda.

Pero creo que se les olvida algo importante. Hablamos en todo momento de situaciones de la vida. Me viene un aforismo que escuché hace tiempo que decía que “la vida no es lógica, sino paradójica”, cuan cierto es eso. Si la vida fuera cuestión de matemáticas o pura lógica, todo sería 100 % predecible y nadie sufriría por nada, sería como un videojuego en el que te sabes los trucos para que no te maten nunca. Por eso no podemos obviar que la vida es imprevisible y que existen variables que escapan a nuestro control que hacen que necesitemos cuestionarnos siempre todo para adaptarnos al presente, un presente que no es igual que el pasado ni será igual que el futuro. Cada minuto hay cambios en ti y en tu entorno, lo que pasa es que no percibimos los cambios hasta que tomamos conciencia y miramos hacia atrás con perspectiva.

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Por supuesto, no se trata de estar siempre dudando de todo y cambiando de planteamientos a diario, eso sería agotador. Al final cada uno de nosotros actuamos en nuestras vidas en base a nuestras creencias y nuestras convicciones más arraigadas. Pero el problema puede aparecer cuando siempre son las mismas creencias, y acabas siempre actuando en base a los mismos criterios. Esto nunca termina bien. No se trata de no creer en nada, se trata de al menos cuestionar todo o la mayoría de lo que creemos, y espera a ver que sucede o que aprendes. Se trata de darle sentido al beneficio de la duda, es decir, si dudas es porque hay otras posibilidades, contémplalas y en última instancia actúa desde el corazón, y no desde la maldita cabeza que nos confunde en mayor medida de lo que nos clarifica.

Dudar siempre no es bueno, pero, ¿y si nos acostumbráramos a tomar decisiones sin miedo a errar?, ¿y si la sensación de duda no fuera negativa, sino positiva?, ¿y si no entender algo fuera el principio de descubrir algo mejor?, ¿En qué medida nos beneficiaría sentirnos cómodos ante la incertidumbre?

¿qué tal si hoy dejas de creer en muchas de las cosas en las que creías como verdaderas?, ¿qué tal si hoy te permites nuevas formas de ver tu vida?

Que tengas un día lleno de novedades, y fluyas con ellas.

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